La provincia de La Rioja, dirigida por el gobernador Ricardo Quintela, enfrentó un severo recorte del 23,7% en las transferencias nacionales. Esta reducción colocó a La Rioja entre las más castigadas por el gobierno de Javier Milei. A pesar de los desafíos, Quintela trabajó arduamente para mantener la estabilidad y el desarrollo económico de la provincia.

En medio del conflicto por la planta de GNL que no se instaló en Bahía Blanca, el gobernador bonaerense Axel Kicillof ha señalado que la decisión de Javier Milei fue "política, caprichosa, ideológica y absolutamente arbitraria". Esta declaración no está alejada de la realidad, ya que tanto Buenos Aires como La Rioja son las provincias más afectadas por la reducción de transferencias nacionales.
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional, durante el primer semestre del año, Buenos Aires perdió uno de cada cuatro pesos que debía recibir, lo que equivale a una disminución del 24,9%. A pesar de este duro golpe, Kicillof logró cerrar el semestre con superávit primario, amplió el gasto social y continuó con obras de infraestructura. “Milei no soporta haber perdido las tres elecciones en la provincia de Buenos Aires, por eso ha entrado en una disputa permanente desde el primer día”, comentó el Gobernador en una conferencia de prensa.
La Rioja también sufrió un ajuste significativo, perdiendo el 23,7% de sus transferencias. En respuesta, el gobernador Ricardo Quintela decidió emitir cuasimonedas conocidas como "Chachos". En julio se emitieron $50 millones y se espera que en agosto la emisión alcance los $3000 millones. Estos bonos podrán usarse para pagar productos en comercios adheridos y servicios e impuestos provinciales.
Las dos provincias más afectadas, lideradas por gobernadores peronistas, son un claro ejemplo del conflicto político en juego. Mientras tanto, otras provincias como San Luis, San Juan, Jujuy, Chubut, Mendoza y Catamarca vieron reducciones mucho menores en sus transferencias, con porcentajes que van del 14,1% al 14,9%.
El análisis de la Oficina de Presupuesto muestra una contracción real del 18,7% en las transferencias totales a gobiernos provinciales y municipales durante el primer semestre del año. Aunque en términos nominales crecieron un 206,8% interanual, el ajuste por inflación revela una realidad mucho más dura.
Las transferencias automáticas se contrajeron un 12,2% en términos reales, mientras que las no automáticas, que incluyen fondos para educación, salud e infraestructura, mostraron una caída nominal del 52%, lo que se traduce en una contracción real del 87,1%.
Tanto Buenos Aires como La Rioja enfrentan grandes desafíos debido a las decisiones del gobierno nacional, que parecen estar motivadas por cuestiones políticas más que por necesidades económicas. Mientras Kicillof mantiene un superávit primario a pesar de los recortes, Quintela busca soluciones alternativas como la emisión de cuasimonedas para mitigar el impacto en su provincia.
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